El papa Francisco desde Colombia pide esfuerzos para acabar con la lacra del narcotráficoREDACCION/EFE

Colombia. El papa volvió este domingo a condenar la “lacra” del narcotráfico que sólo siembra muerte, en la homilía que pronunció en la ciudad de Cartagena, en su último acto de la visita de cinco días a Colombia.

En Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo y con un importante problema de carteles del narcotráfico, el papa Francisco, como hizo ya ayer durante el encuentro con los religiosos colombianos, destacó este problema.

“Este mal alienta directamente contra la dignidad de la persona va rompiendo progresivamente la imagen que el Creador ha plasmado en nosotros”, dijo en su homilía.

Para después añadir de manera improvisada respecto al texto que leía: “Condeno con firmeza esta lacra que ha puesto fin a tantas vidas y que es mantenida y sostenida por gente sin escrúpulos”.

“No se puede jugar con la vida de nuestros hermanos ni manipular su dignidad”, agregó.

Entonces hizo un llamado para que busquen los modos para terminar con el narcotráfico, “que lo único que hace es sembrar muerte por doquier truncando tantas esperanzas y destruyendo tantas familias”, improvisó el papa. Ayer el papa también improvisando hizo referencia a una juventud “engañada, destruida por los sicarios de la droga”.

“Medellín me trae ese recuerdo, me evoca tantas vidas jóvenes truncadas, descartadas, destruidas”, afirmó el pontífice en el acto con sacerdotes, religiosos y sus familias.

Francisco hizo referencia al narcotráfico que en los años 80 y 90 costó la vida a miles de personas y convirtió a Medellín en la ciudad más peligrosa del mundo en un paréntesis de su discurso en el que recordó el drama de esta urbe que logró sobreponerse a esa tragedia y convertirse en una de las más innovadoras del planeta.

“Y aquí quiero detenerme un instante: y hacer memoria dolorosa. Es un paréntesis”, dijo, para referirse a aquellos jóvenes que se dejaron seducir por los sicarios de la droga y las falsas promesas del crimen organizado. Enseguida agregó: “Los invito a recordar, a acompañar este luctuoso cortejo, a pedir perdón para quienes destruyeron las ilusiones de tantos jóvenes. Pedirle al Señor que convierta sus corazones. A pedir que acabe esta derrota de la humanidad joven”, manifestó.